Las cosas pasan al otro lado de la ventana,

con tanta guerra fría no vamos a poder luchar.

Y yo me pregunto si no merecería la pena,

cerrar el puño para poder romper el cristal.



Quizás nos falta ese algo que lo empuja todo,

y le sigue ese aliento que anima el alma animal

y así dejar de ser al menos muñecos de barro

para poder salir afuera.



Vivir por existir,

sin levantar la voz,

arrancando desde dentro propio corazón,

las ganas de vivir sin ninguna explicación.



Salir corriendo no serviría de nada,

en este laberinto nadie sabe donde está.

(¿dónde está?¿dónde está?¿dónde?)

Nadie sabe donde está la salida,

(¿dónde está?¿dónde está?¿dónde?)

Solo miran hacía delante y ya.



Quizás nos falte ese poquito de talento innato,

que nos lleve por fin a un nuevo despertar.

Y así después poder querer dormir tranquilo un rato

a un lado de la carretera.



Vivir por existir,

sin levantar la voz,

arrancando desde dentro del propio corazón,

las ganas de vivir sin ninguna explicación.



Vivir por existir,

sin levantar la voz,

arrancando desde dentro del propio corazón,

las ganas de vivir sin una explicación.